Yo
ya había estado hablando con mi binomia (Eli) y como un reto muy lejano, nos
habíamos prometido algún día correr la Media de Valencia juntas. A este encanto
de niña, la conocí la primera vez que corrí 10 km. por entonces íbamos a la
par. Telita como ha progresado ella!!!.
Oye,
parece que la cosa va en serio. ¿nos vamos? Claro que… cuando me hizo esa
pregunta yo ya me había empezado a contagiar de esta maravillosa locura y no le
dije que no. ¿Estamos locas o estamos locas?. Entre risas, nos despedimos
comentando que lo íbamos a dejar caer esa noche en casa y al dia siguiente
hablábamos. Así fue. Al día siguiente…reserva para el 18 de Octubre y volamos
hacía Amsterdam. Madre mía. Voy a Amsterdam a correr 21 Kms. ¿Seré
capaz? 21 Kilómetros. Hacía 3 meses mi
reto era correr 5 sin pararme!!!
Antes
de lo que esperábamos llegó el mes de Octubre. Mi miedo de no acabarla, empezó
a suavizarse el primer largo que hice de 17 kilómetros. Bueno (pensé) quien
hace 17 hace 21. ¿o no?. Ni que decir tiene los ánimos que me daban las que ya
lo habían logrado. En cada entrene, MªJose, Paquí, Domi y Nuri entre otras.
Confiaban en mí más que yo misma.
Uno
de los últimos días, yendo con Dominique, no sabe ella lo que me alegró cuando
me dijo: Ana voy a intentar hacer la Media contigo. Agradecí muchísimo ese
gesto. Mamma mía!!! Con Domi!!!! Con lo que yo la admiraba!!!. Después MªJosé:
Ana tu y yo la haremos juntas. Me encantó. Siempre animándome y dándome
fuerzas!!!.
Llegamos
a Amsterdam ya por la noche y yo estaba más tranquila de lo que imaginaba
que estaría. La cosa cambió cuando al
día siguiente fuimos a la fería del corredor. Cuando llegamos al estadio donde
estaba la meta, pude entrever las gradas, por una puertecita. Ahí sí!! Se me
pusieron los pelos como escarpias. Y me emocioné. Miré a Paquí y lo que
suponía: ella estaba como yo. Ahora no hay vuelta atrás Anita. Estamos ahí!!!
–me dijo.
La
noche de los preparativos fue una risa. Estabamos en la misma habitación Domi,
Eli, Amparo Nacher y yo. Parecía cuando de pequeñas, poníamos los zapatos a los
Reyes Magos. Pero ahora en lugar de las zapatillas de ir por casa, estaban las
de correr, el dorsal, la ropa, gorras…
Por
la mañana, viendo la maratón, nosotras buscábamos entre los corredores a
nuestros valientes: Coronado, Rivas y Peñuela. Estaban ahí ya!!!! Chicas que
esto ya lo tenemos!!!. Que dentro de un rato estaremos nosotras!!!. El tiempo
fresquito. Ahora a rezar para que no nos llueva. La previsión decía 90% de
posibilidades de lluvias con truenos. Pero no fue así. Se equivocaron.
Nos
colocamos en nuestro box y de paso buscábamos entre los maratonianos que iban
llegando a los nuestros. Vimos a Carlos!!! Le gritábamos Carlos!!!! Carlos!!! y
conseguimos que nos oyese. Que bonito!!! De repente, aquello empezó a mover.
Como teníamos planeado, salímos juntas Domi, MªJose y yo. Me daba miedo
lanzarme al principio y no poder disfrutar de la llegada como se merecía. Pero
para eso tenía a mis compis. Ibamos pendientes del ritmo y nos íbamos frenando
unas a otras. Hasta el kilometro 18 fui con ellas. Contenta de ver como estaba
aguantando su ritmo. A partir del 18, mis piernas empezaron a decir ¿pero tú de
que vas? La bursitis de la cadera empezó a molestar y tuve que bajar. Pero
mientras veía sus cabecitas por delante pensaba en no dejar de verlas en ningún
momento. No fue así. Desde el 19 hasta la meta, no veía apenas nada. Las
lágrimas no me dejaban. Iba a conseguirlo. Cuando ví un luminoso indicando la
llegada del estadio… curva a la derecha y allí estaba. Como diría mi binomia
sevillana, las lágrimas y el congojo me “engallipaban” (del verbo engallipar).
Al cruzar la meta, no podía haber sido mejor. Necesitaba compartirlo y allí
estaban ellas esperándome mis queridas Maria Jose y Domínique. Nos fundimos en
un fuerte abrazo. La alegría nos inundaba. Salimos del estadio y allí estaban
el resto. Gracias.
Muchas gracias a todos por dejarme compartir todo esto con vosotros: A Marilo, Toni, Paquí, Carlos, Esther, Alicia, Amalia, Amparo, Eli, Rocio, Coronado, Peñuela y a Pedro mi reportero personal que grabó mi llegada meta. Y sobre todo gracias a la pulga. Mi querida hermana. Que con todo lo que ella es capaz de hacer, ha valorado desde mis primeros 5 km. hasta hoy, como verdaderas hazañas.
Muchas gracias a todos por dejarme compartir todo esto con vosotros: A Marilo, Toni, Paquí, Carlos, Esther, Alicia, Amalia, Amparo, Eli, Rocio, Coronado, Peñuela y a Pedro mi reportero personal que grabó mi llegada meta. Y sobre todo gracias a la pulga. Mi querida hermana. Que con todo lo que ella es capaz de hacer, ha valorado desde mis primeros 5 km. hasta hoy, como verdaderas hazañas.
ANA HERRERA, Socia CorrEliana nº 160
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