EL SIDECAR LE HACE UNA ENTREVISTA
CLANDESTINA AL MOTO
El Sidecar
Existen dos leyes en Física, que dicen: Polos del mismo signo se repelen y polos de distinto signo se atraen. Trasladando estas leyes físicas de la electricidad a la condición humana, se podría en términos generales afirmar que el pensamiento natural actúa como las leyes físicas.
El Moto y el Sidecar, son un ejemplo bien notorio de ello. Tienen en común una gran amistad entre ellos y esta buena relación ha perdurado a lo largo de una treintena de años y la verdad es que transitaron por el camino de la vida sin atolladeros que perturbaran su amistad.
Cientos, quizás miles de diálogos y silencios comprendidos fueron desgranándose durante años por las abruptas sendas de La Calderona, las del Turia y los caminos.
Pero el alma inquieta del Sidecar, conocedor de que el entendimiento humano posee esa doble personalidad, que le lleva a comunicarse de forma tal que la verdad queda oculta por condicionamientos o intereses que no ayudan a su vida social, y a veces sucede que lo que se cuenta o dice está en función de su conveniencia, prefirió, que El moto ignorara la grabación. No todos tenemos el valor de Francisco de Quevedo en su epístola censoria escrita al Conde-Duque de Olivares: No he de callar, por mas que con el dedo, / ya tocando la boca, / o ya la frente. Silencio avises o amaneces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre ha de sentir lo que se dice?/ ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? Es por ello que ladinamente el Sidecar preparó una entrevista oculta mientras corrían y andaban por las escondidas sendas del Turia a su paso por la Masía del Traver, oculta en su chubasquero el Sidecar portaba una pequeña grabadora que daría fe a cuantas preguntas había preparado.
CONTENIDO DE LA GRABACION
El Sidecar (SID) - ¿En realidad cual es la causa por la cual nunca te gustó competir? ¿Miedo al fracaso? ¿O que los resultados evidenciaran tu verdadera valía como corredor?
El Moto (MOT) - No me disgustaba competir, al contrario, pero me prodigaba lo justo. Solamente competía si ese esfuerzo me aportaba un conocimiento de mi estado de forma para mejorar mi marca en la carrera que realmente me interesaba: la maratón.
En cuanto miedo al fracaso no lo he tenido nunca, lo que llamamos “fracasar” es aprendizaje y de manera continuada he procurado aprender.
SID - ¿Cuales fueron los méritos de Miguel Ángel Zaragoza y los tuyos que él no poseyera?
MOT – Miguel Ángel ha sido un gran corredor y tiene muy buenas marcas, tal vez no hemos podido diferenciar en la manera de competir, y creo que yo lo hacía con más frialdad, en cuanto a calcular mis posibilidades el día de la carrera y llevar hasta el final mi plan de acción.
SID - En ti se ha atribuido que tu fortaleza viene en gran parte adquirida por transmisión genética. ¿Qué tienes que decir?
MOT – Si, soy consciente que la genética ha influido. Mi padre a los 40 años hacía el cristo en las anillas sin pestañear y mi madre fue campeona de tenis, pero sin sumar kilómetros no se corre una carrera de fondo.
SID - De aquella época dorada de Correcaminos, a quien destacarías
MOT – Coincidimos un elenco de corredores irrepetible y que además éramos buenos compañeros: Miguel Ángel, George Tunnell, Berasategui, el Tigre, Bodón y alguno más que no recuerdo. Pero lo que de verdad destacaría de esa época eran los sábados con el grupo salvaje –el genuino-, que aglutinaba 40 corredores de bastante nivel y que en grupo compacto corríamos más de 30 km.cada sábado,y en donde no habían primeros ni últimos y la distancia entre la cabeza y la cola del pelotón era mínima. Ibamos cambiando de compañañeros, subiendo y bajando por el pelotón para charrar los unos con los otros y disfrutar de la mañana a un ritmo saludable y respetuoso. El entreno terminaba con un colosal almuerzo lleno de confraternidad y risas.
SID - ¿Fue quizás George Tunnell el mejor corredor de distancia que ha tenido Correcaminos?
MOT – Me resulta difícil aseverar que fue el mejor corredor, pero con seguridad, fue un gran corredor de maratón. El año que hizo 2h 25’-creo que su mejor marca-, me comentó que había estado tres semanas entrenando muy poco por una gripe y me dio la pista para bajar la intensidad y kilometraje de mis entrenamientos en las tres semanas previas a una maratón.
SID - En tu mejor momento, cuando aspirabas a tu mejor marca en Maratón, un accidente automovilístico echó por tierra, tantos meses de preparación ¿Qué marca habrías conseguido?
MOT -Estaba preparado para hacer 2h 22’ como mucho, y mis predicciones las cumplía. El test que hice en diciembre en la carrera de Mislata y que gané por segundo año consecutivo, avalaba mi estado de forma, pues si la medición fue correcta, corrí a una media de 2’ 52” los 11,5 km.
SID - Tú eres un corredor analítico, reflexivo, difícilmente abordas un preparación sin un plan muy estudiado, nada dejas al azar, ni a la improvisación.
¿Es cierto lo que digo?
MOT - Si, cuando iba a competir, sabía exactamente el tiempo que podía hacer y no recuerdo haber errado en ninguna carrera. Mi preparación física, mental y psicológica era intensas y puedo escribir un libro –solo como aficionado- de aquellas experiencias. Como curiosidad, 21 días antes de una carrera de maratón y durante 30 minutos, visualizaba mis tiempos exactos de paso de cada kilómetro, en función de los diferentes ritmos que tenía previsto en las dos partes en las que dividía la carrera y visualizaba la relajación de la zona del cuello y de la espalda al beber agua y la relajación de las piernas al coger la esponja y me funcionaba a la perfección.
SID - En la historia de la música es bien conocida la rivalidad que sostuvieron Salieri y Mozart, dos luminarias en el panorama musical. Salieri representaba la ortodoxia musical sus obras estaban estudiadas hasta en sus más mínimos detalles,
Mozart sin embargo, improvisaba consiguiendo iguales o mayores éxitos. ¿Sucede esto en el corredor?
MOT- Espero que no le suceda a ningún corredor de fondo. La creatividad es improvisación y la mente concreta se acalla porque sino, desaparece la creatividad.
El corredor no puede improvisar, el planteamiento y la ejecución de la carrera ha de ser racional y muy consciente, va en ello su salud.
SID - Finalizada nuestras épocas mejores, aun sigues corriendo y a un gran nivel, aunque sigues empecinado en no competir. ¿Es este el triunfo que buscabas, perdurarte en la carrera a pie? Ello me lleva a este duda hamletiana ¿Qué es mas elevado para el corredor, alcanzar la victoria en cada carrera o por el contrario luchando contra las odiosas flechas de la vanidad, abandonar las competencias y poder continuar corriendo hasta la mas avanzada edad?
MOT – Decidí un día no seguir entrenando para competir y dejar de castigar mi cuerpo. Me gusta entrenar y disfruto cada día de mi soledad por los caminos al ritmo que me apetece y espero perdurar muchos años más. Como corredor aficionado –categoría de chafa charcos- mi victoria se reducía a que la distancia no me ganara, entendiendo que mi estrategia me llevara a la meta lo más rápido posible, manteniendo un ritmo constante y sin un gran deterioro físico.
SID - De cualquier forma, aun poseyendo ese concepto lineal y estudiado que te ha llevado a ser reconocido como un gran corredor me surge una pregunta definitiva
¿No crees que resulta patético abordar el correr como si fuéramos profesionales, sin las compensaciones de la gloría, la fama y el dinero?
MOT – No me parece un buen calificativo “patético”, diría mejor que es absurdo el entregarse a correr para ser el campeón de tu escalera de vecinos, pero cuando tal vez el único logro que te satisface en la vida es destacar como corredor te entregas a esta actividad como si vivieras de ella.
La grabadora esta apunto de agotar su cinta magnética, pulso el final y se la exhibo a Lorente, diciéndole: ¿Crees que me hubieras contestado igual de saber que te estaba grabando?
El moto ni se altera, me pide la grabadora y con una enigmática sonrisa me dice: Tú que has escuchado las respuestas y aun más conociéndome a mí creo que no te sorprenderán, son muchos años corriendo juntos y en el fondo somos conocedores de nuestras conductas en la vida, pero considero de interés el que lo hayas hecho.
El Sidecar (Toni Lastra)
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