Enjuto como un lebrel, seco como la mojama o mejor
habría que decir, seco como el chorizo de Cantimpalos, que es su pueblo, porque
Antonio Postigo no es madrileño, ni árabe, sino segoviano y español, y amante
de lo aeróbico, corredor y entrenador.
Pero probablemente lo que desconozca el público es la
gran calidad como conferenciante y conversador que tiene Antonio; capta de
inmediato la atención del auditorio, domina la gestualidad precisa como la pueda
tener un actor, con un lenguaje que cautiva tanto a técnicos e instruidos como
al más humilde corredor. Tengo el récord de entrevistas hechas a Postigo. En la
época en que colaboré con Las Provincias,
le dediqué no menos de una docena de La
columna de Andrópolis. Cifra no obstante muy baja, considerando que en mi
periplo de Las Provincias escribí más
de mil columnas.
Por ello considero que con motivo de haber decidido
Antonio, ya jubilado, fijar su residencia en el municipio de L’Eliana, de la
comarca del Camp de Túria, es un privilegio que a buen seguro reanudaremos,
como continuación las inolvidables tertulias en Varadero, nunca finalizadas de
lo cual sacaremos provecho ahora que nos sobra tiempo, no tan sólo para correr,
sino para conversar de cualquier tema que el viento nos traiga, como la poesía
de Mario Benedetti: ¿Te parece Antonio? Estoy absolutamente de acuerdo. Eso
está hecho compadre, pongamos como tráiler
uno de los cuartetos de su poema Habanera.
Los
autos van dejando tuercas en el camino
Los
jóvenes son jóvenes de un modo irrefutable
Aquí
el amor transita sabroso y subversivo
Y
hay mulatas en todos los puntos cardinales.
He creído conveniente redactar este preámbulo porque
la entrevista dará paso a una conversación grabada de una hora entre tú y yo,
sin cuestionario previo, sobre las vivencias que transitamos juntos o
separados, desde la instauración del fenómeno del aerobismo en Valencia.
Este trabajo
verá la luz en el blog del Club d'Atletisme CorrEliana, que me ha dado la
oportunidad de proseguir con La Columna
de Andrópolis, que durante años publicó
Las Provincias y ahora se llama La Columna de Toni Lastra, gesto por el
cual estoy sumamente agradecido. Llevo publicados 41 originales; cuando cumpla
los 50, habrá llegado el momento de darle un carácter oficial.
Y mientras rebobinamos la vieja grabadora más
artrósica que mis rodillas, se me ha ocurrido, parodiando el poema ‘El Viajero’
de las Soledades de Antonio Machado,
me he puesto a escribir algo así del mundo de las carreras y que me perdonen
don Antonio y los puristas por tamaño sacrilegio.
He
corrido o competido en centenares de carreras
Y
como organizador en igual número de ellas,
Y
nunca llegué a saber si fui un corredor que organizaba
O
si fui un organizador que corría, y cuando no, caminaba.
Vi
a grandes corredores y a otros que lo creían sin serlo
A
directivos trabajar como bueyes, sin parabienes ni sueldos,
Y
a otros que lo fueron por la foto, el cargo y el vil dinero.
La
tropa corredora: gente cabal y unos pocos miserables.
Excúsenme
que hable de ellos y comienzo con los buenos,
Tan
buenos son que con sólo correr ya tienen compensación.
Y
los malos, los infames piruleros, reclamadores groseros,
Falsificadores
de dorsales y de inscripciones tramposos.
A
todos los traté bien, incluidos los que no lo merecieron.
Olvidando
los agravios, rencores y resentimientos varios,
Con
el uso del perdón, que te hace libre y te hace vivir mejor.
Y
fue una buena razón, sume amigos del
grueso del pelotón.
Y
termino con honor al nombrar a los mejores sin discusión.
A
los héroes sin auditorio. Llegan al tajo primeros sin temor
al
viento airado, al diluvio, al atropello, al furioso aguacero.
Alejandro de Ancos
ResponderEliminarGRACIAS..."mi gran TONI"
Tomas Jesus Rivas Ruiz
ResponderEliminarEse Toni, Genio y Figura... Una vida por y para el atletismo Popular... Espero verle muy pronto y darle un abrazo.