Bueno bueno… Os acordáis como
terminó el anterior? Habrá un Ld… Pues sí, lo hay!!
Después de muchos días de
entrenamiento con frio, calor, madrugones y muchísimas cosas más, llegó el día.
Nos vamos, dirección “VITORIA”,
todo súper bien, el viaje, la recogida de dorsales, el breafing…
Nos vamos a comer y allí empezó
todo, después de estar más de dos horas
para que nos sirvieran un simple plato de arroz blanco, nos vamos a por
las cosas para dejarlas en la primera transición, entro a la habitación del
hotel, preparo mochila y la rueda trasera de la bici en el suelo!!, no me lo
podía creer, empecé a sudar, a ponerme nervioso, no sabía qué hacer, no
encontraba el bombín, en definitiva un desastre. Decido inflar la rueda y ver
qué pasaba al llegar al box, dejo la bici en su sitio y de momento rueda bien,
casco, bolsa, todo en orden. Ya estoy
más tranquilo.
De repente… ahí viene Jaime
diciendo, vaya mierda mecánico me he buscado!! Jajaja, ese era yo, se le había
roto el obús al intentar inflar la rueda, por suerte los mecánicos de la
organización tenían uno, todo arreglado Jaime, dejamos trastos carrera y nos
vamos a cenar.
Ahí sin problemas, ale pizza y a
la cama.
Suena el despertador, me levanto
con ganas, ilusionado por que había llegado el momento, últimos preparativos y
nos vamos todos a coger el bus que nos llevaba a la salida, todos? OH No!!, nos
olvidamos a Nacho, le llamo por teléfono y me dicen que ya ha salido, eso
quería decir que estaba de camino.
Nada más llegar al box reviso
rueda y rueda perfecta, preparo todo, no tardamos en ponernos los neoprenos,
unas risas, fotos de rigor, unos ánimos, y de pronto, ya es la primera llamada
a cámara de salida, allí que se van nuestras chicas, esto está a punto de
empezar, bocinazo y todas al agua.
La salida súper bonita, pero para
bonita la segunda salida del Half, cuanta gente por dios!!
Ahora nosotros. Vamoooos!!, dan
la salida, la gente empieza con prisas, yo como siempre a mi ritmo, sin prisa
pero sin pausa, salida del agua habiendo nadado muy cómodo y tranquilo.
Transición sin mucha prisa para
no dejarme nada, cojo bici y empiezo a pedalear, sobre el km 16 veo a Nacho, y
desde ahí hasta el final de este segmento fuimos prácticamente juntos. En el
175, no sé qué me pasa pero me pongo a llorar, sabía que quedaba lo peor, pero
la carrera depende de uno solo, en la bici puedes tener otros problemas .
Llego bien de piernas, no me he
sobrepasado en ningún momento para poder correr dignamente aunque fuese la
primera vuelta, me pongo las zapas la visera y salgo. Allí estaba mi Nuri
dándome ánimos, yo, sin prisas, trotando, me siento bien, primer
avituallamiento, parada a coger agua y tomarme un gel, Km 2,5, de ahí al final
un suplicio!! me entra flato y no puedo correr, no es que no pudiera correr, es
que no podía ni levantar los pies del suelo.
Primera vuelta fatal, pero ahí
estaban los compañeros que ya habían terminado el Half y acompañantes que no paraban de animar, eso
te hacia seguir.
Segunda, me quería morir, en mi
vida me había sentido así, solo quería que parar. Cuando ya estaba en las
últimas oigo, “vamos Jorge”, esos gritos eran de Roser, se puso a mi lado y me
dijo que lo estaba haciendo muy bien, yo le dije, bien? si voy a 7’ el km, no
puedo más voy a caminar, me dice que si necesito andar que lo haga pero no
mucho que si no te vicias y cuesta mucho arrancar, me pongo andar, mojo la
visera y en cuanto puedo me pongo a correr, bueno eso de correr… jaja, vuelvo a
caminar para tomar un poco de agua y un gel, el maldito flato no se va, paso
por meta, sólo quedan dos, allí los ánimos de la gente te hacían volar, pero
duraba poco.

Tercera, ahora sí que si, “DESTROZADO”
anímicamente, corría por inercia, Nuri ya ni me hablaba, no sé si padeció ella
más que yo, zona de universidades, o yo que sé donde era, Roser me dice unas
palabras que me hacen reflexionar, son estas: “Esta vuelta hazla de cabeza y la
otra de corazón, hay mucha gente esperándote en meta “ Ahí fue dónde me dije...
ahora no puedes rendirte. El flato continúa, desde ese momento no pude tomar
nada mas, aún me quedaban 15km, Nuri ya ni me mira la pobre. A partir de ahí
fue donde empecé a creerme que lo tenía hecho y sabéis por qué, por una simple
frase que Jaime me dijo “Jorge, esto lo empezamos juntos y lo vamos a terminar
juntos” no podéis imaginar lo que me hicieron esas palabras, aparte de llorar
claro. “MUCHISIMAS GRACIAS JAIME”.
Última vuelta, igual o incluso un
poco peor que la vuelta anterior, sigo corriendo, Chuf se pone a mi lado y me
dice que ya está que aguante un poco que está hecho, me vuelvo a poner a
llorar, no es que lloraba, es que no podía ni respirar de los lloros que
llevaba, consigo dar la vuelta, salgo del parque, toda la gente
aplaudiendo incluso yo para darme
ánimos, diciéndome, ya lo tienes!! entro a la plaza, ya veo el arco de meta,
esos aplausos que hacen que se te erice la piel, empiezo a pisar esa lona azul que significaba que entrabas en
meta, último giro y… lo primero que veo es a Nuri con una medalla en la mano
esperándome con una cara de satisfacción y sufrimiento que jamás le había
visto, aprieto los puños y me digo SIIIIIIIIIII. Ya está!!
Por fin cruce la meta, lo mejor?,
quien me puso esa medalla de FINISHER.
Luego fotos, abrazos, más fotos, ver a Miguel, Alex, Nacho, Jose… Y
a todos los demás allí, hizo que se me olvidara todo lo sufrido, bueno y los
curasanes de chocolate…
Sabéis que os digo referente al
IRONMAN? Que uno y ná más, santo Tomas!!
Quería dar las gracias a tod@s
las personas que nos han apoyado, y sobre todo a la familia, que desde casa me
daban fuerzas para conseguir ese gran objetivo, ser “FINISHER IRONMAN”.
A los animador@s
y fotograf@s sobre el terreno en Vitoria, que aguantaron horas, calor y
sufrimiento, y se dejaron la voz para llevarnos hasta meta.
A mi club C. A.
CORRELIANA y a todos mis compañeros por vuestra preocupación y ánimos.
A Roser Baello
por su gran apoyo, paciencia y sobretodo su confianza en mi, ha logrado que
cumpliera mi objetivo, ha sido un placer compartir estos meses de
entrenamientos contigo. Mil gracias.
A mi profe de natación, Ana
Adorno que ha conseguido que pierda el miedo a las distancias en el agua.
A Carmen Daries, mi
nutricionista, que se preocupa mucho por mi y por mi alimentación.
Y como no, a mi Nuri, darle las
gracias por la paciencia que ha tenido, y siento todas esas horas que no
hemos podido pasarlas juntos debido a
los entrenamientos. Gracias por todo (TQM).
¿Y qué decir
de los compañeros? sólo quitarme el sombrero porque todos, repito todos, lo
hicieron genial, ENHORABUENA!!, un placer ser finisher junto a vosotros.
Por cierto…
respecto a lo de una y ná más…
Nacho, Miguel, Alex,
Chufero, Rivas, Roser, Jaime, Ampa… ¿¿“CALELLA 2016”??
Jorge Sempere Gimeno