Según estadísticas internacionales, la totalidad de los corredores de fondo hemos sufrido alguna vez dolor de espalda a lo largo de nuestra vida deportiva. Las características del esfuerzo que realizamos hacen que los problemas de espalda sean bastante frecuentes. Si se empieza a notar lumbalgia durante la carrera se recomienda parar, hacer estiramientos para desbloquear la espalda baja. Los hallazgos muestran que los corredores con lumbalgia, hacían menos estiramientos semanalmente que los que no lo tenían, se evidenciaba el pie delantero de la zancada en varo y un déficit de fuerza de la musculatura abdominal y que la posición del corredor en las largas distancias, somete a la espalda y a las extremidades inferiores a sobrecargas.
Aunque no ha sido muy estudiada la epidemiología del dolor de espalda en fondistas, se cree que la posición del corredor en largas distancias, somete a la espalda y a las extremidades inferiores a sobrecargas. Los factores de riesgo identificados, sugieren que los fondistas con lumbago tenían déficit en la fuerza y flexibilidad, tendencia a la pronación y capacidad disminuida para estabilizar la columna lumbar al impulso en la carrera.
En la gran mayoría de ocasiones, el inicio de la lumbalgia está en una falta de elasticidad en la musculatura posterior de la pierna (glúteos, isquiotibiales, gemelos y sóleo). Este acortamiento genera una actividad incorrecta en la zona lumbar que provoca un agotamiento articular y un dolor intenso en la zona.
LUMBALGIA AGUDA (lumbago sin irradiación): se puede definir como aquel dolor de espalda de inicio súbito referido a la zona lumbar. El dolor puede ser de características mecánicas, es decir, mejoran con el reposo y empeoran con el movimiento, o viceversa, apuntando a una causa fuera de la columna. Es muy frecuente debido a la falta de buenos hábitos posturales en la vida diaria y en el trabajo. El corredor puede recordar que no presentó un dolor agudo durante el entreno, sino que apareció el dolor en el reposo o cuando se despertó a la mañana siguiente. Otras veces, se refiere como un chasquido cuando se efectuaba una flexión, torsión del tronco en entrenamiento en cuestas o escaleras, etc. Aunque lo normal es que aparezca el dolor al hacer un movimiento brusco de giro, flexión y extensión del tronco, al saltar para evitar un tropiezo en un entreno, etc.
LUMBALGIA CRÓNICA o LUMBALGIA AGUDA RECIDIVANTE provoca un dolor que puede ser contínuo, intermitente o acentuado en ciertas posiciones (sentado, de pie, acostado, en flexión anterior, etc.) A veces se manifiesta como un dolor difuso y vago localizado en la región lumbosacra. Suele empeorar por la noche y produce incluso fatiga o por la mañana al levantarse. No existe bloqueo como tal, así que la persona que lo padece puede andar y moverse con cierta libertad y son en realidad las posturas estáticas prolongadas las que se hacen intolerables. En muchas ocasiones la causa de este tipo de lumbalgias es un desequilibrio de fuerzas en la columna en general, que puede ser provocado a su vez por el sobrepeso y la mala postura.
LUMBALGIA PSICOSOMÁTICA O EMOCIONAL es aquella que ocurre sin causa aparente y no sigue ningún tipo de patrón lógico, por lo que la persona que la padece no sabe explicar claramente el lugar del dolor ni las situaciones en las que aparece o desaparece. La ansiedad, rabia y tristeza son las emociones que con mayor frecuencia provocan lumbalgias de origen emocional. Aunque la mayoría de las lumbalgias tienen factores emocionales asociados.
FACTORES DE RIESGO
En corredores, parece que influye el tipo y la intensidad del entrenamiento, factores biomecánicos de las extremidades inferiores, como: genu varo, rodillas arqueadas, talón en valgo, antepié en varo, longitud de las rodillas, flexibilidad de la columna, estabilidad de la columna lumbar, fuerza muscular abdominal, el cambio de zapatillas, frecuencia empleada, aumento del kilometraje semanal de manera no progresiva. Sobrecargas, mal gesto, alteraciones posturales, sobreentrenamiento, técnica incorrecta de entrenamiento, braceo inadecuado, zancada no adecuada a la inclinación de nuestra columna, etc.
También aparece en corredores que dejan caer todo el peso del cuerpo sobre la pisada (a los que se le oye mucho el golpe de la zapatilla al correr) Este impacto se reduce cuando se corre por tierra y evitando correr por terrenos duros como asfalto o cemento, y llevando zapatillas adecuadas con buena amortiguación para disminuir la intensidad de los impulsos que se trasmiten a la columna lumbar, por lo que es importante dejarse asesorar por expertos.
VALORACIÓN DEL ATLETA CON LUMBALGIA AGUDA
a) Se realizara una historia clínica con una buena anamnesis tomando en cuenta pérdida inexplicable de peso, inmunosupresión, dolor que empeora con reposo, adicción a drogas, infecciones urinarias y otras, situación laboral, estado anímico y tratamientos recibidos, etc.
b)Se inspeccionará la espalda, valoración de la movilidad del tronco en todos sus arcos de movimiento, si es plana con desaparición de las curvas fisiológicas, si existe una acentuación de las curvas, una inversión de las curvas, o a veces una rigidez de un segmento lumbar que lleva a sobrecargar la zona que se convierte en una especie de bisagra dolorosa. Además del dolor, se puede objetivar una contractura muscular, que provoca una limitación de la movilidad y agrava el dolor.
CONSIDERACIONES PARA EL TRATAMIENTO
El reposo en cama de más de 4 días llevará a la debilidad y no se recomienda para la lumbalgia aguda, se indica para pacientes con dolor severo. El objetivo del reposo sería reducir la presión intradiscal y por lo tanto mejorar el dolor. La mejor posición es con las caderas y rodillas moderadamente flexionadas.
Los efectos del reposo prolongado incluyen atrofia muscular (1-1,5% de masa muscular por día de reposo), deterioro cardiovascular (15% de pérdida de la capacidad aeróbica en 10 días) pérdida mineral con hipercalcemia e hipercalciuria (aumento de calcio en sangre y pérdida en orina) y riesgo de tromboembolismo.
La electroterapia, masoterapia, termoterapia, hidroterapia, estiramientos posturales son técnicas recomendables por el alivio sintomático que experimentan algunos pacientes
Las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponible nos indica el TENS para el tratamiento del dolor de espalda. Pero algunos estudios realizados mostraron una tendencia a la mejoría en estos pacientes, por lo que al no tener riesgos ni contraindicaciones se puede utilizar.
Si existe hiperlaxitud ligamentosa generalizada o localizada se requiere un trabajo de refuerzo muscular adaptado a esa zona hiperlaxa. Si hay rigidez se exige un tratamiento que incluye un programa de flexibilización que debe realizarse a diario. El SUEÑO, es necesario para la recuperación tras un esfuerzo, 8 horas mínimo. Y evitar FACTORES ESTRESANTES que nos generen un estado de ansiedad que repercute muchas veces en nuestra espalda, de ahí el dicho popular “cargarse los problemas a la espalda”. Es importante tener una buena musculatura abdominal y paravertebral, mejorar la flexibilidad y suprimir gestos nocivos (ejemplo: rotación rápida de la columna sin verdadero control vertebral muscular) La faja lumbar es de dudosa eficacia en la prevención primaria y secundaria del dolor lumbar. No se ha demostrado útil para la prevención de la aparición del dolor lumbar ni para acelerar la curación en aquellos que ya lo sufren.
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